¿Qué dice la normativa sobre elevadores para niños?
Los elevadores para niños y la normativa vigente van de la mano. Es importante cumplir con las indicaciones para garantizar la seguridad de los más pequeños y así saber cómo viajar seguro en el coche. Los elevadores tienen que adecuarse a sus características fisiológicas y al vehículo, así se reducen los riesgos al mínimo. Por esto es muy recomendable adquirir un elevador homologado y de primera calidad.
Para que compres el adecuado, a continuación encontrarás las características que indica la normativa vigente. Así, realizarás una compra inteligente y que permitirá al niño el disfrute de un viaje seguro. Por descontado, también estarás cumpliendo con las obligaciones de la propia legislación.
¿Qué dice la normativa sobre elevadores para niños?
Con el paso de los años, la normativa se ha ido refinando en busca de mejoras de la seguridad. Antes solo se tenía en cuenta la edad del niño, pero ahora se presta atención a otros factores. La altura o el peso representan algunas de las inclusiones.
La legislación que rige estos aspectos procede tanto de la Unión Europea como de la propia España. Tanto la Directiva 2014/37/UE de la Comisión Europea, el Reglamento de Circulación como el Reglamento número 44 de la CEPE recogen los requisitos de homologación de un elevador.
La estatura
Es un factor importante a tener en cuenta. Los menores de edad con estatura inferior a 135 centímetros deben utilizar un sistema de retención homologado. Este se adaptará a su talla y peso. El uso del elevador es necesario, ya que los niños de este tamaño no pueden usar el cinturón de seguridad de un adulto. Por tanto, estarían expuestos a riesgos innecesarios. Además, se colocará en los asientos traseros garantizando la comodidad del pequeño.
El peso
El peso se divide en varias categorías, las cuales se relacionan con un sistema de seguridad determinado. Para empezar, los recién nacidos de hasta 13 kilos deben utilizar una sillita en sentido contrario a la marcha. Esto se debe a su fisionomía. La cabeza supone el 30 % del peso del bebé y una cuarta parte del cuerpo. Un latigazo cervical podría producirle lesiones graves, ya que aún no ha desarrollado del todo las vértebras y la musculatura del cuello.
Entre los nueve y 18 kilos, debes utilizar un SRI del grupo I. Está adaptado para niños de entre 1 y 3 años, posee arneses de sujeción y se coloca en el sentido de la marcha del coche. El sistema se diseña para reducir los efectos dañinos sobre el cuerpo del infante en caso de accidente. Ten en cuenta que aún se encuentra en proceso de formación.
Los niños de entre 3 y 8 años (15 a 25 kilos), pueden usar los SRI de los grupos II y III. Estos recurren al cinturón del vehículo para sujetar al menor, pero gracias al elevador se ajusta de forma óptima.
La última etapa la comprenden los SRI pensados para los niños de 8 a 12 años (22 a 36 kilos). El sistema es solo un alzador, que a veces posee un respaldo, y que ayuda a fijar el cinturón respecto al cuello y los hombros.
Tipos de sistemas de retención (SRI)
Los sistemas de retención se adaptan a los niños en función de la altura y el peso. Esto se debe a que, cuanto más pequeños, menos efectivo es el cinturón de seguridad. No puede fijarse bien al cuerpo, por lo que es necesario una silla o un elevador. Dichos elementos cuentan o no con un respaldo, lo que depende del modelo en sí. De este modo, garantizan una buena sujeción del menor en todo momento.
Las sillas se utilizan en recién nacidos y niños de uno a ocho años. En el caso de los que estén entre ocho y doce, el respaldo no es necesario, ya que puede ajustarse al del propio asiento del vehículo. Así, se garantiza una sujeción adecuada y la comodidad del pequeño.
Homologación y sistema Isofix
El sistema Isofix tiene como objetivo evitar errores de instalación en los sistemas de retención infantil. Esto suele ocurrir cuando no se siguen las indicaciones del fabricante. Así que se intenta simplificar en la medida de lo posible. Este sistema dispone de dos anclajes que unen la silla con la carrocería del vehículo. Solo hay que empujar la silla contra unas barras rígidas hasta escuchar ‘click’.
Además, disponen de un anclaje superior o inferior para evitar rotaciones o vuelcos fortuitos. El tercer punto de sujeción es un cinturón de seguridad en la parte posterior del SRI. Este fija el respaldo de forma que no pueda moverse. Las sillitas más pequeñas, del grupo I al II, cuentan con este sistema. Deben contar con la homologación de la norma ECE44/04 (hasta 100 centímetros) y la de la norma R129 para más de un metro.
En definitiva, esto es lo que tienes que saber de los elevadores para niños y la normativa vigente. Siguiéndola, garantizarás la seguridad del pequeño en la carretera. Además, lo harás de forma segura y muy sencilla.
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