Historia de las señales de tráfico

Es muy posible que la mayoría de las personas piensen que la seguridad vial con todos sus elementos es algo muy moderno, pero conocer la historia de las señales de tráfico te hará darte cuenta de que es algo que el ser humano ha ido introduciendo poco a poco en la sociedad.

La importancia de la educación vial en los niños pasa por aportarles un poco de contexto, de manera que el camino se haga más ameno e interesante. Conozcamos la historia de las señales.

Los miliarios romanos: aquí empieza la historia de las señales de tráfico

Puede sorprender a muchos que tengamos que remontarnos hasta la Antigua Roma para hablar de las primeras señales de tráfico. No es casualidad, porque una de las construcciones más importantes de este imperio fueron las famosas calzadas. Cientos y cientos de kilómetros que unían las extensas provincias romanas.

El problema que inicialmente tenían estos caminos es que eran muy extensos, por lo que tenían que señalizarlos de alguna manera, y es aquí cuando surgen los miliarios, comúnmente llamados mojones.

Estos, como bien dice su propio nombre, indicaban las millas entre cada uno de los puntos de las vías romanas. Como curiosidad cabe decir que además en estos pilares de piedra se tallaba el nombre de las personas que habían financiado la vía, una estupenda manera de propaganda política.

La tábula peutingeriana

Uno de los grandes descubrimientos del Imperio Romano tardío fue la tábula peutingeriana, que no sería descubierta y reproducida hasta el siglo XV. Se trataba de un sistema revolucionario compuesto por un pergamino en el que se mostraban todas las calzadas del Imperio Romano, tratándose así del primer mapa de carreteras conocido.

La tábula mostraba las vías, las ciudades más importantes, los ríos, las montañas y las distancias entre los diferentes puntos, suponiendo un gran avance a la hora de desplazarse.

Las señales en la Edad Media y siglos posteriores

La Edad Media fue una época en muchos casos y lugares convulsa, los avances tecnológicos eran escasos y durante muchos años no hubo un progreso notable. Si bien es verdad que las calzadas romanas seguían siendo las vías de transporte utilizadas y eran necesarias, más en una época donde los viajes eran largos y difíciles.

Por ello sí que hubo ciertos cambios como mejorar los mojones o las indicaciones, cambiando los carteles por otros de metal u otros materiales más resistentes. También cabe destacar que los mapas tenían una mayor importancia y eran más detallados que los primeros mapas romanos.

Las primeras normas de circulación

No sería hasta el siglo XIV que comenzaron a utilizarse las primeras normas para facilitar la circulación. En un evento multitudinario del Papa Bonifacio VIII, se estableció que los carros circularían por la izquierda, teniendo en cuenta la afluencia de gente que habría. 500 años después, Napoleón invertiría el sentido haciendo circular por la derecha.

¿Sabías que en el siglo XIV se estableció que los carros circulasen por la izquierda y 500 años después Napoleón decidió que el sentido de la circulación se invirtiese?

Por supuesto, no se pueden olvidar las multas, pero para ello tendríamos que esperar hasta finales del siglo XVI, cuando comenzó una escalada de accidentes provocados por conductores ebrios, a los cuales se les multaba.

El siglo XX: automóvil y señales de circulación

El siglo XX trajo consigo la revolución del automóvil que se ha convertido en el indiscutible dueño de la carretera. Pero hay que hacerse una idea del caos que desataría el uso masivo de automóviles, pues los caminos no estaban preparados para este tipo de vehículos, por lo que era de urgencia contar con una normativa. Es en este momento cuando se celebra en 1908 un congreso internacional de carreteras en Roma que cambiaría el concepto de señal de tráfico.

Partiendo del uso de cuatro símbolos que indicaban diferentes situaciones (golpe, curva, intersección y cruce de ferrocarril), se fue poco a poco ampliando el abanico. Y es que de la misma manera que aumentaba el número de automóviles en las ciudades, fue aumentando la señalización. Esto llevó a que a mediados del siglo XX quedara establecido el sistema de señal de tráfico Europeo.

La Convención de Viena y el sistema propio de EE. UU.

Todo el proceso contado anteriormente culminó en Europa en 1968, cuando se celebró una convención en Viena con el fin de aunar y especificar todas las señales de tráfico para hacer un sistema homogéneo.

En el tratado firmado en dicha convención, uno de los puntos fuertes fue el establecimiento de las señales y sus patrones, es decir, una serie de combinaciones de formas y colores que facilitasen la identificación del tipo de señal, como por ejemplo que las señales circulares y rojas señalasen principalmente prohibición. Fue aquí cuando empezó a adquirir importancia la forma de las señales y el color de las señales.

Este sistema ha permanecido y crecido hasta hoy. Además de incluirse en él todos los países europeos, son muchos países asiáticos y africanos que también lo adoptaron, sumando un total de 52 países en la actualidad.

El sistema de señales en EE. UU.

Por otro lado, hay que mencionar el sistema estadounidense, ya que es diferente del europeo y es el otro gran sistema de circulación más conocido. Este sistema ha ido en cierto modo paralelo con el europeo, ya que desde inicios del siglo XX se propuso establecer señales en las carreteras más importantes. No fue hasta 1932 cuando se crea la Comisión Mixta de Dispositivos Uniformes de Control de Tráfico, una comisión fruto del esfuerzo por unificar las señales de tráfico estadounidenses.

Tres años después publicarían una guía de tráfico, la cual es revisada cada década con el fin de adaptar y mejorar el sistema. Finalmente, en la década de los años 60 fueron poco a poco adaptando algunos de los símbolos que se usaban ya de manera internacional, como por ejemplo uno de los símbolos de tráfico más reconocidos, el STOP.

Como puedes ver las señales de tráfico tienen un largo recorrido en nuestra historia: ha tenido que pasar mucho tiempo y llegar a muchos acuerdos para establecer un sistema que nos ayude en el camino. Y gracias a que llevan cientos de años de recorrido y perfeccionamiento, hoy en día podemos sentirnos más seguros en la carretera.