¿Por qué es importante la educación vial en los niños?

Seguramente te hayas preguntado alguna vez sobre la importancia de la educación vial en los niños. Educarlos desde pequeños en este ámbito es una muy buena opción, estarán más protegidos y el aprendizaje adquirido les servirá en el futuro para minimizar posibles daños ante siniestros propios y ajenos. Te animamos a comprender la importancia de esta disciplina en los más pequeños y además te proponemos algunos consejos para transmitir la educación vial a tus hijos.

¿Qué es la educación vial?

Podríamos definirla como un conjunto de recomendaciones y pautas a seguir, que toda persona debe conocer para moverse con tranquilidad y seguridad por las carreteras y/o las calles de nuestras ciudades, independientemente de si es peatón, ciclista, conductor o viajero del transporte público.

La importancia de la educación vial en los niños

La educación vial es ideal para evitar los accidentes de tráfico. Los menores que reciban esta educación no solo podrán evitar accidentes, sino que minimizarán el impacto de los mismos y, siendo adultos, conocerán el reglamento de tráfico y las normas como conductores o peatones.

¿Por qué es importante la educación vial desde la infancia? Atención a estos cuatro puntos:

1. Les ayuda a desenvolverse en la calle. Considera que, gracias a ello, las probabilidades de que sufran un accidente serán menores y, en su defecto, los daños podrán ser los mínimos posibles. Cuanto antes sepan cómo moverse y las reglas existentes, mejor.
2. Normalizan desde pequeños las buenas conductas. Interiorizan las normas de tránsito y adquieren las habilidades para moverse de manera correcta en cualquier entorno. Asimismo, normalizan ciertos valores para toda la vida. Debes tener en cuenta que los niños no tienen desarrollada su capacidad de razonamiento, ni perciben bien algunos sentidos, por lo que es importante inculcarles con valores viales adecuados desde que desarrollan su psicomotricidad.
3. Conocen las señales de tráfico. De cara al futuro, cuando se desplacen solos por el ámbito urbano, rural o metropolitano, conocerán los tipos de señales, los semáforos y otras marcas viales.
4. Adquieren valores. Los menores pueden adquirir importantes valores como el respeto a los demás o al medioambiente, pero también la solidaridad, la tolerancia, la responsabilidad o la convivencia, respetando todas las opciones de movilidad existentes.

Algunos consejos para transmitir la educación vial a los niños

En la actualidad, son los colegios los que enseñan educación vial. Sin embargo, es importante que en casa, a través de sus padres y demás familiares, reciban también buenos valores viales. Ante todo, los padres deben dar ejemplo en sus conductas diarias.

Cruzar siempre por el paso de peatones o respetar un ceda el paso les ayudará a hacer lo mismo y a aprender por ‘imitación’. Es decir, en ningún momento deberías transgredir las normas delante de ellos.

Te proponemos diferentes formas de inculcar o transmitir la educación vial a los pequeños de la casa:

Aprender practicando. Existe la posibilidad de que los niños se muevan en un recinto donde experimenten cómo es la movilidad a través de diferentes medios: siendo ciclistas, peatones, policías de tráfico o conductores. Para ello, existen circuitos especiales, en Madrid puedes encontrar varios, entre ellos:

Trenty: proyecto de Educación Vial para niños de Emesa M-30. En este recinto, las niñas y niños de entre 7 y 10 años mediante el juego podrán, entre otras actividades:

–   Aprender conocimientos generales sobre Seguridad Vial con un pequeño circuito, equipado con semáforos, señales, pasos de peatones, y hasta un túnel.
–  Conocer el funcionamiento y protocolos de actuación del Centro de Control, el cerebro de la M-30.
–  Conocer los beneficios que aportan los túneles de la M-30 y por medio de la práctica y el juego la forma de actuar en caso de incidentes dentro de ellos.
–  Aprender el vocabulario de los elementos básicos de un túnel.

Juegos con los que adquirir los conocimientos necesarios. Como padre también puedes jugar con ellos en los principales desplazamientos: saltar encima de los pasos de cebra, distinguir los colores de las señales de tráfico y sus formas, o contar los semáforos existentes de camino a casa.

Desarrollar buenos hábitos disfrutando. Apuesta por inculcarle los conocimientos necesarios para moverse en bicicleta, patinete, etc. por las vías públicas y los caminos. De este modo, podrán experimentar la importancia de la seguridad vial con un adulto responsable. Además, recuerda que el uso del casco es obligatorio hasta los 16 años, pero muy recomendable a cualquier edad.

Los pequeños deben, cuanto antes, adquirir valores y conductas que les protejan a ellos y a los demás. Apuesta por que los niños aprendan cuanto antes las normas de seguridad vial, e inculcarles estas prácticas y hábitos desde temprana edad y siempre de manera lúdica.